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El transformador carga al capacitor y se establece una diferencia de potencial muy grande (alta tensión) entre las placas de éste. El voltaje tan elevado es capaz de romper la resistencia del aire haciendo saltar una chispa.
La chispa descarga el capacitor a través de la bobina primaria (con pocas espiras) estableciendo una corriente oscilante. Enseguida el capacitor se carga nuevamente repitiendo el proceso. Así resulta un circuito oscilatorio de radiofrecuencia al que llamaremos circuito primario.
La energía producida por el circuito primario es inducida en la bobina secundaria (con mayor número de vueltas) la cual oscila a la misma frecuencia en que está trabajando el circuito primario.
Finalmente este circuito oscilante secundario produce ondas electromagnéticas de muy alta frecuencia y voltajes muy elevados.
Si se acerca un bombillo común y corriente al electrodo superior de la bobina de alto voltaje , se observarán los efluvios internos provocados por la radiofrecuencia. Una lámpara fluorescente encenderá también al acercarla; lo mismo con un tubo de neón.